Dios usa un proyecto de sustento para traer esperanza eterna para una madre en Camboya.
La camioneta estaba caliente y repleta de gente. No era lo ideal, pero este viaje de siete horas por la frontera de Camboya a una nación vecina parecía la última opción para Vanny y su esposo. Se aferraban a la promesa de un trabajo bien pagado que mejoraría su vida.
La pareja trató de ganar un sustento a través de la venta de arroz, pero las condiciones extremas del clima no lo permitieron. Las cosechas sufrieron durante las sequías, y como el acceso de agua se encontraba lejos, las lluvias del monzón inundaron los campos.
Vanny y su esposo pidieron prestado dinero del banco para ayudar con las pérdidas financieras. Pensaban pagarlo con el tiempo, pero la carga se volvió insoportable. No sabían cómo más proveer para sus cuatro niños y el papá de Vanny que vive con ellos.
Vanny y su familia revisan los pollos
En desesperación, Vanny y su esposo se arriesgaron para migrar. No querían dejar a su familia atrás, pero cuando encontraron trabajo del otro lado de la frontera, pensaron que tendrían un buen trabajo y podrían ahorrar para el futuro.
Tristemente, sus esperanzas de destruyeron. Además de trabajar más de lo debido, recibieron poca compensación.
Al final, las condiciones laborables tan duras y viendo que el pago no valía la pena los hicieron volver a Camboya con su familia. Vanny empezó a vender pescado, pero no era suficiente para pagar sus deudas.
Se sintió derrotada. No sabía cómo sostener a su familia.
"El Mejor Regalo"
Vanny se llenó de esperanza cuando personal de Samaritan’s Purse visitó su aldea para aliviar sus necesidades en el nombre de Jesús. Su familia recibió pollos y capacitación para cuidarlos.
También contactamos a Vanny con una organización que colabora con nosotros y le han enseñado cómo vender sus pollos en el mercado. La situación financiera de su familia ha mejorado mucho y sus cargas son menores.
Sin embargo, recibieron el mejor regalo cuando creyeron en Jesucristo. El personal de Samaritan’s Purse los vistió con regularidad y los animó y compartió el Evangelio. Ella escuchó el mensaje y aunque no estaba lista para comprometer su vida a Dios, pensaba en las enseñanzas bíblicas que oía.
Vanny estaba entonces embarazada, y al aproximarse su fecha de parto, recibió las noticias que nadie quiere escuchar. “El cordón umbilical está alrededor del cuello de tu bebé y corre peligro en el parto”, le dijo el doctor.
La familia de Vanny lleva pollos al mercado.
Con el corazón roto, compartió las noticias con nuestro personal en una de las visitas. Les pidió oración por el bebé. Ellos oraron con fidelidad y Vanny recibió a un hijo sano y sin complicaciones.
Al ver la mano de Dios actuar con poder, Vanny y toda su familia dedicaron sus vidas a Dios y lo recibieron como Salvador. Nuestro personal contactó a Vanny con una iglesia local y un grupo de discipulado para que pueda crecer en su fe.
Alabamos a Dios por su trabajo en Camboya y alrededor del mundo. Por favor, ora porque más personas vengan a conocer la esperanza eterna de Jesucristo.
“Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo”. (Romanos 15:13).
