Samaritan’s Purse ayuda a los niños desplazados a superar sus defectos congénitos y recuperar su movilidad.
Los que viven en campamentos para desplazados en Siria suelen pasarse por alto, pero sobre todo a los niños. Las víctimas más jóvenes de la guerra civil de esta nación enfrentan una existencia limitada y en condiciones escuálidas.
Los niños con discapacidades que viven en estas condiciones sulen estar aislados, sin cuidado médico adecuado u otros recursos vitales. Pero Samaritan’s Purse ve “por estos pequeños” (Mateo 25:40) en Siria, y los ayuda en el nombre de Jesús.
Debido al cuidado provisto por Samaritan’s Purse en Siria, Maritza, de dos años, ahora se puede sentar y mover, actividades que no parecían posibles antes.
Un comienzo difícil
Maritza nació en un campamento para desplazados; nació con espina bífida, una condición de la espina dorsal que comienza en el vientre materno. Esto produjo meningocele, una masa protuberante en su espalda que produce huesos malformados. Maritza recibió cirugía en su nacimiento para quitar estos defectos y reducir la presión en su espalda, pero desarrolló paraplejia, que la dejó paralizada de la cintura para abajo.
“Todo era muy difícil, pero valía la pena intentarlo”.
Los padres de Maritza quedaron devastados por no poder cuidar bien de su hija. Su padre, un campesino, luchaba para proveer de lo básico a su familia, como comida, ropa y cuidado médico. En muchas ocasiones se quedaron sin casi nada. Aun así, trabajó duro para ayudar a su esposa para cuidar de sus cinco hijos y sus dos hijas. Desesperados, solo oraban.
“Todo era muy difícil, pero valía la pena intentarlo”, dijo el padre de Maritza con valor.
Una oportunidad de ayudar
Hace un año, la madre de Maritza visitó a la gerencia del campamento y descubrió que Samaritan’s Purse ayuda a los niños con discapacidades.
“Cuando escuché que esta organización provee de terapia física y equipo para los niños, les di mi dirección y mi información de contacto y regresé a casa con la esperanza en mi corazón y la felicidad de que el Señor había respondido a nuestras oraciones”, dijo la madre.
“El Señor había respondido a nuestras oraciones”.
El equipo de terapia física de Samaritan’s Purse evaluó la condición de Matiza que parecía bastante complicada. El equipo decidió seguir un plan de tratamiento y confiar en que Dios obraría.
Al comenzar a tratar a Martiza, el equipo animó y apoyó a la familia. Sus padres recuperaron la esperanza y vieron mejorías graduales en la condición de la niña.
Una oportunidad para ponerse de pie
Después de unos meses, la fuerza en los músculos de Maritza mejoró más de la mitad y pudo mover sus caderas y muslos. Con ese avance, el equipo le dio zapatos especiales y una andadera para poderse poner de pie. Esto fue un milagro para una niña paralizada y que no podía moverse.
Hoy, seguimos cuidando de Maritza. Ela sigue en consultas neurológicas para monitorear los niveles de fluido cerebroespinales, una condición que puede crear presión craneal anormal y peligrosa.
Maritza ahora se sienta sola gracias al cuidado recibido por Samaritan’s Purse.
Los padres de Maritza se gozan ante su mejoría. Su madre tiene esperanza renovada y un corazón transformado por el cuidado que su hija ha recibido. Ha comenzado a asistir a los grupos de apoyo donde se le ha animado a compartir la historia de su gozo con otras madres y ser un modelo de los planes de Dios para cada uno.
El trabajo de Samaritan’s Purse entre los refugiados en Siria provee a las familias de recordatorios diarios de que Dios está trabajando en sus vidas.
Los pacientes como Maritza experimentan el poder de Dios de primera mano: “Se le acercaron… cojos y los sanó”. (Mateo 21:14).
¡Alabamos a Dios por la sanidad! Por favor, sigue orando por los niños y sus familias para que reciban la bendición de los equipos de Samaritan’s Purse que ayudan en el nombre de Jesús.
*Nombre cambiado por seguridad
